
Adoptar un animal es algo complicado y que hay que ver con mucha calma y cuidado. Una vez tu mismo hayas visto y decidido que estás capacitado para adquirir una rata ( o cualquier animal ), te recomendamos que escojas al animal en función a la siguiente información para evitar problemas futuros.
A la hora de adoptar una rata, es muy importante que tenga un buen carácter y que esté sana.
Trata de adoptar a tus ratas de la misma camada, así te ahorrarás todo el proceso de socialización que tendrías que llevar a cabo si las ratas fueran de camadas diferentes.
La rata estará sana si..
- Los ojos. Deben estar limpios y brillantes.
- La nariz. Debe estar limpia y despejada.
- Las orejas. Deben estar limpias.
- El pelo. Debe ser abundante y brillante, sin calvas.
- Las heces. Deben estar bien formadas.
- La orina. No debe contener sangre.
- Los movimientos. Deben ser normales y saludables.
No estará sana si..
- Estornuda frecuentemente.
- Respira con silbidos.
- Está delgada y huesuda.
- Parece hinchada.
- Tiene llagas en las patas.
- Tiene la cabeza inclinada constantemente.
- Está aletargada.
- Parece dolorida.
- Tiene gran acumulación de porfirina (líquido rojizo) en ojos y nariz.
- Se rasca obsesivamente.
- Tiene los dientes torcidos.
Comprobar la socialización de las ratas
- Metemos la mano en la jaula donde estén las ratas y observamos sus reacciones:
Si se paralizan o huyen, no están socializadas.
Si al principio muestran temor pero luego investigan, es una buena señal.
Si van corriendo a que las saques de la jaula, es que las ratas están totalmente socializadas. - Cogemos la rata y observamos sus reacciones:
Si intenta huir aterrorizada, no está socializada.
Si no para quieta pero no está temerosa y te explora, es que la rata es joven e inquieta.
Si se sienta, te investiga e incluso se acicala estando encima de ti, es que la rata está totalmente socializada.
Estos consejos para saber si una rata está socializada son generales ya que una rata socializada puede ser tímida o no gustarle que se la coja en brazos y una rata no socializada puede ser intrépida y no tener miedo de acercarse a los humanos.